Breves, pero intensos
80 microrrelatos rebosantes de retazos de vida
Aunque de forma coral, arropado por otros compañeros escritores, había publicado otros géneros, como, “en solitario”, siempre me había decantado por la novela, es posible que te haya sorprendido con el género escogido para este nuevo libro. Te confieso que yo, a mí misma, me he sorprendido.
Nunca pensé que escribiría un libro de microrrelatos. En realidad, hasta que no participé en el libro “Microcosmos, 58 microrrelatos de vida, amor y muerte”, era un género bastante desconocido para mí. Gracias a lo que leí e investigué para preparar mi texto para ese proyecto grupal, descubrí los microrrelatos. Y, a partir de entonces, no he dejado de escribirlos.
Lo cierto es que, la idea, no era escribir un libro de microrrelatos. Terminé mi colaboración para Microcosmos y continué con mis novelas. Pero, había disfrutado tanto con la experiencia que, de vez en cuando, escribía un micro. A veces, una semana uno, otras dos o tres. Y, a lo mejor, luego, en tres semanas no escribía ninguno. No fue hasta que tuve 15 o 20 cuando pensé: “igual, si soy capaz de escribir 30 o 40, pueda darme el capricho de agruparlos todos en un libro”. Pero ahí quedó la cosa. No varié mis rutinas. Seguí con mis novelas y, de vez en cuando, surgía la idea para un micro que pulía y limaba durante horas, hasta que pasaba mi particular control de calidad. Y llegó un día en que, no solo reunir 40 sino que tuve que ponerme muy seria conmigo misma para conseguir frenar a los 80. Porque, me lo he pasado tan bien, he disfrutado tanto de todo el proceso, que no había forma de parar.
Para mí, acostumbrada a escribir novela y disponer de un número ilimitado de páginas para contar la historia que quiero contar, el disponer de un número tan limitado, ya no de páginas, sino de palabras, ha sido todo un reto. Pero un reto que me apetecía mucho afrontar porque quería demostrar, a mí la primera, que, si quería, era capaz de escribir dos géneros tan diferentes. Yo, estoy muy satisfecha con el resultado. Espero que tú, si te decides a leerlo, también lo estés. Estoy segura de que vas a encontrar, al menos, un favorito. Uno que te emocione o con el que te identifiques… Quizá uno que te sorprenda o te robe una sonrisa… ¿Probamos?