En éste espacio encontraréis información sobre las novelas que, a día de hoy, tengo publicadas. Espero que, con vuestro apoyo, el número vaya creciendo poco a poco. Si sois de los que disfrutáis con una buena historia de amor, os invito a que curioseéis y os dejéis tentar por alguna de estas historias. Están escritas con mucha ilusión y pasión y creo que eso se nota y se trasmite a través de sus páginas, pero sois vosotros los que debéis juzgarlo. Gracias por visitar mi blog.
Mi nombre es Rosa Sáenz y escribo novela romántica.
¿Por
qué? Supongo que porque no puedo evitarlo. Uno de mis hobbies siempre ha sido
leer, pero “vine de fábrica” con una gran dosis de imaginación y me gusta
utilizarla, entre otras cosas, para inventar mis propias historias. Como lectora, suelo elegir grandes thrillers,
historias con mucha acción, con intriga, policíacas, de aventuras… Y, por
supuesto, me encantan las grandes historias de amor. Ambientadas en el pasado,
en el presente o en el futuro. Me da igual.
Pero,
como escritora, me centro solo en estas últimas. Todas llevan su dosis de
acción y aventura. Todas discurren entre un torrente de sentimientos
encontrados tan negativos como el odio, la venganza o la traición. O tan
positivos como la amistad, la lealtad o la capacidad de perdonar. Pero, sin
duda, en todas ellas, el sentimiento que discurre a raudales y sobre el que
gira toda la trama, es el amor. Y, como está mandado en toda novela romántica,
pese a las penurias que puedan sufrir los protagonistas, el final feliz está
garantizado. Lo que, por lo menos a mí, te deja con un buen sabor de boca.
No
recuerdo exactamente cuándo empecé a escribir, pero desde luego fue hace mucho tiempo. Durante años, muchos, nunca di a leer a nadie mis relatos. Eran “mis
tesoros”, como decía Gollun, en "El señor de los anillos". No los escribía para que nadie los leyera.
Los escribía para mí. Solo por diversión. Porque me lo pasaba en grande dando
forma a esos retazos que iban surgiendo en mi cabeza. Y, con eso, para mí, era
suficiente. Nunca pensé que pudieran interesar a nadie. Pero un día, allá por
el 2015, para un multitudinario encuentro con antiguas compañeras de estudios,
tuve la osadía de escribir y leer algunas reflexiones que había escrito
expresamente para la ocasión y parece que les gustaron. Tanto que me animé a
abrir un blog privado para el grupo de compañeras, en el que contaba, a mi
manera, andanzas comunes, pensamientos y recuerdos de aquella época. Y, para mi
sorpresa, me seguían diciendo que les gustaba mi forma de contarlas. Yo seguí
escribiendo y ellas siguieron leyendo y animándome a que diera un paso más. Y,
su insistencia, al final acabó abriendo una nueva línea de pensamiento en mi
cabecita. Y, me dije: “Si yo disfruto y me lo paso bien escribiendo mis
relatos, tal vez otros disfruten y lo pasen bien leyéndolos”. Y, esa línea de pensamiento se fue haciendo
más fuerte, hasta que me planteé, por primera vez, dar a conocer algunas de mis
historias. Algo que, os aseguro, jamás había entrado en mis planes.
Y,
poquito a poquito, voy abriendo mi particular caja de pandora con la esperanza
de que, cuando vosotros leáis mis historias, lo paséis igual de bien que yo
cuando las he imaginado y dado forma en mi cabeza. Esa es mi meta. Entreteneros
por unas horas. Nada más y nada menos. Espero conseguirlo.