Mapa o brújula
Hola
amigos. Pese al título de la entrada de hoy, no vamos a
hablar de exploradores, no. Seguimos hablando de escritores. Y es que, los
mapas y las brújulas también están presentes en el mundo de las palabras. Yo no
lo sabía, pero esto de ser el bolígrafo de una escritora, tiene sus ventajas.
Estoy aprendiendo un montón de cosas de ese mundillo.
Os
cuento. Parece ser que, según su método para escribir, hay dos tipos de
escritores: de brújula y de mapa.
Los de
mapa son aquellos que, antes de comenzar con su novela, se han hecho un guion
exhaustivo y detallado de todo lo que va a suceder en ella y lo siguen a
rajatabla. Cómo empieza la historia, cómo va a terminar y, sobre todo y esto
los define como escritores de mapa, todo lo que quieren narrar desde ese punto
de partida hasta la palabra “fin”. El
orden, la extensión… todo.
Un
escritor de brújula, por el contrario, sabe cómo empieza su historia, pero a
partir de ahí, se deja llevar y ni él mismo sabe dónde le llevará la ruta
escogida.
Y
luego, como en todo, están los que son una mezcla de ambos, como mi jefa. Ella,
antes de empezar, tiene claro el punto de partida y cómo va a terminar su
historia. Y también, algunas paradas obligatorias, cosas que quiere que pasen, sí
o sí, a lo largo de la trama. Pero luego, entre punto y punto, se deja llevar.
En su viaje explorador, sabe las principales ciudades por las que quiere pasar,
pero los pueblecitos que formarán parte de la ruta, los va decidiendo sobre la
marcha.
Curioso
¿verdad? Nunca me había parado a pensar en estas peculiaridades a la hora de
empezar a escribir una historia.