Cualidades de un novelista.
¡Hola a todos! Soy Bolifaber y vengo
para compartir con vosotros algunas de las cosas que, a lo largo de los años
que llevo al servicio de mi dueña, he descubierto sobre el oficio de escritor.
Hoy, en concreto, quería hablaros sobre las dos cualidades que, en mi humilde
opinión, debe tener todo novelista.
Mi dueña… no me gusta eso de “dueña”,
demasiado posesivo, prefiero llamarla jefa. Mi jefa, la escritora, por lo que cuenta,
desde muy niña tuvo predisposición a fantasear. Fantaseaba y teatralizaba sobre
cualquier hecho o vivencia. Dramatizando o comediando cada una de ellas. Si se
cruzaba con un señor muy serio por la calle, imaginaba que se dedicaba a
secuestrar niños y montaba toda una trama alrededor de ese simple hecho. Si
veía una pareja de novios cogidos de la mano, en unos minutos les había
adjudicado una romántica escena como comienzo de su idilio. Si alguien pasaba
corriendo, lo etiquetaba como un ladrón que huía del lugar de los hechos
perseguido por la policía. Si una persona esperaba al autobús, apoyado en la
pared, ella lo creía un detective privado en plena vigilancia y desarrollaba
toda una operación de inteligencia internacional a su costa.
Al principio de empezar a
trabajar con ella, pensé que eso era lo único que se necesitaba para ser un
novelista, ser capaz de imaginar mil historias. Pero me equivocaba.
Esa habilidad, sin duda, es algo fundamental
pero, solo con eso, no basta para convertirse en escritor de novelas.
Muchos pueden fantasear, pero no
serán tantos los que puedan plasmarlo y materializarlo en una hoja de papel de
manera creíble y convincente.
Ahora sé que, detrás de esas
historias ficticias que divierten y con suerte llegan al corazón de los
lectores, hay una gran dosis de imaginación, por supuesto, pero también hay
mucho trabajo, soledad, silencios, esfuerzo, estudio…
La mente de un novelista puede
imaginar la historia más maravillosa y crear los personajes más increíbles,
pero si no es capaz de transmitir toda esa fuerza, toda esa pasión a la hoja de
papel, sus personajes serán anodinos, no llegarán a tocar el corazón y los
sentidos del lector y su historia quedará deslavada.
De la misma manera puede ser un
virtuoso, un mago de las palabras, pero si su historia es simplona y sus
personajes carecen de carisma, por muy bonitas que sean esas palabras, su
novela será mediocre porque no transmitirá nada.
Sí, ahora estoy seguro. En mi humilde opinión, todo novelista debe
tener dos cualidades fundamentales:
PREDISPOSICIÓN PARA INVENTAR
HISTORIAS.
HABILIDAD PARA PLASMARLAS EN
PAPEL DE FORMA CREIBLE, AMENA Y CONVINCENTE.
Oigo
los pasos de mi jefa. Os dejo. ¡Hora de trabajar!